jueves, 21 de enero de 2010

Crecer y enriquecer


La lectura es fuente de sabiduría. A la mierda, ¿he descubierto, acaso, el mundo con esta frase? Ni por asomo.

Es una frase escrita, leída, dicha y oída tantas veces y por personas tan dispares que uno no sabe si tenerla en cuenta o meterla en el baúl de frases que, por ser repetidas y tomadas por cualquier cultureta de carpeta, pasaron de célebres a pedantes. De ser dignas de algún filosofo griego a salir de la boca del listillo de turno que presume de cualquier conocimiento por más superficial que sea.

Pero cuando vive en primera persona una de estas frases célebres, se siente partícipe de ella.

Ayer no sabía nada del 287 (g), del sistema Comunidades Seguras ni siquiera del estilo que el reportero de semanarios debe tener para ser claro y atractivo.

Hoy, después de leer un pequeño informe sobre inmigración de 18 páginas y comenzar a devorar páginas de un tomo sacado de alguna universidad sudamericana que me facilitó mi editor de redacción, (que deberían de leer en voz alta en todas las aulas de periodismo, donde no te enseñan absolutamente nada, de la Madre Patria) sé mucho más que ayer de todas estas cosas.

A medida que uno va cumpliendo se va dando cuenta de que todo lo que le decían de pequeño era verdad. La vida pasa volando, cuida a los que te quieren, intenta siempre ser el mejor en lo tuyo, lee y no pierdas tanto el tiempo, si te portas mal dios te ve y...bueno no, todas no eran verdad, menos mal.

La foto no tiene nada que ver con esto...sólo soy yo haciendo el tonto en Washington :D.

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