lunes, 19 de abril de 2010

Para muestra, unas notas


La semana que se cerró ayer quisiera saber cómo puedo guardarla en un tarrito. De esos de cristal, dignos de las clases de ciencias de alguna película americana. Con un cierre de corcho, emulando al de los grandes reservas y con una pegatina blanca en la que se leyera "Periodismo", escrito con tinta de un rotulador permanente negro.

La historia que escribí el pasado 7 de abril, cumplió hasta su consecuencia final, lo que llaman el "feedback". Me entrevisté con Moisés Barrientos, preso en la cárcel del condado de Wake. Allí, me expicó que el no pudo llamar a la policía a pesar de haber visto un crimen a sangre fría. El miedo a las amenazas de los propios asesinos le mantuvo preso, a pesar de ser inocente, durante 18 meses.

Por fin, y tras publicar nuestra historia en el periódico, Barrientos quedó libre. Su carta de agradecimiento es ahora mi primer motivo como periodista.

Seguidamente recibí un mensaje al celular con palabras de agradecimiento de una luchadora admirable. Una mamá que a pesar de sufrir un maligno tumor cerebral tiene fuerzas para darme las gracias por contar su historia y tratar de ayudar a que los padres reciban una visa humanitaria para visitarla. "No le tengo miedo a la muerte, joven", me repetía. Y con eso me quedaré de ella.

Victoria Huerta, una chica de 17 años, apareció después de 11 días secuestrada por su ex novio, un mal nacido. Según me cuenta la madre, la policía encontró a su hija gracias a que una señora oyó en las noticias matinales de Qué Pasa el caso. De repente comprendí que levantarse a las 7.30 de la mañana para contar mis breves policiales en la radio tiene más sentido del que creía.

Aquí les dejo mis historias. El bruto, sin el mágico pincel corrector de mis editores. Así, si ven un fallo grítenlo. Si algo os llega a conmover o gustar, es para ustedes. Por si están aburridos y quieren ver mi estilo de tinta roja, nunca amarilla. Aquí.

viernes, 16 de abril de 2010

Que bien me va

Señores me quedo en USA. He abierto una empresa...

domingo, 11 de abril de 2010

Flash Back

Si tuviera de nuevo esa entrevista con aquella coordinadora de Becas Faro, mi discurso se vaería modificado con algunas matiaciones.

Coordinadora Becas Faro- Y bien Alberto, Por qué quieres una Beca Faro?

Yo- Creo que sería una gran experiencia para mí, para desarrollarme profesional y socialmente. No sólo empezaría a trabajar en mi profesión nada más acabar la carrera sino que lo haría en un país de habla inglesa, por lo que mejoraría el idioma a la vez que desarrollaría mis habilidades como periodista. Además intentaría ahorrar algo de dinero porque con $ 1600 al mes creo que podría venirme con algo en el bolsillo.

Yo del futuro- Ten cuidado Albertito, el desarrollo no va a ser como piensas. Necesitarás adaptarte a un país muy distinto habitado por una gente muy extraña. En el trabajo te van a enseñar muchísimo, pero a base de golpes. Y cuando estés en el suelo, no habrá nadie para recogerte. Nadie. Algunos hasta te escupirán.

Por otra parte, tendrás un jefe excelente como maestro, pero con dotes de diablo. En cuanto al inglés...no creo que tu horario de 9 am a 9 pm (si 12 horas de lunes a viernes y cruza los dedos para que no te toque hacer algo el finde) te deje mucho para el idioma. Porque ten en cuenta que de las historias que harás durante la semana, el 90% será tratando con latinos que no reconocen palabras para ti tan comunes como coche o charla y te dirán cosas como carro o plática. Y si no entienden algo no te dirán Cómo? sino Mandé? Y si algo está bien no podrás decir vale, porque está mal, tendrás que decir OoooKeeyy.

Por cierto, si quieres te puedes apuntar a clases gratuitas de inglés en ESL, pero como tu horario es de la puta madre, pocas veces podrás ir ya que son de 7 pm a 9.30 pm y tu jefe (el mismo que no falta cada martes y jueves a sus clases de inglés en horario de trabajo) siempre tendrá alguna comisión para ti. Estas jodido.

En cuanto al dinero...jajajajajaja. Cuando aterrices ten en cuenta de que aparte de sentirte abandonado, completamente sólo a las 8 pm en el aeropuerto vacío de Greensoboro, tendrás que coger un taxi hasta Raleigh 200 $, donde tampoco te espera nadie, y dormir en un hotel 90 $ con la esperanza de que al día siguiente te llame alguien y te diga dónde carajo está tu lugar de trabajo.

Nada más llegar te obligarán a comprarte un coche (o carro), así que ve preparando unos 1000 $. Pero eso no es todo, ese coche que te recomendará uno de tus jefes se te joderá a los dos meses y tendrás que comprarte otro, porque sin coche te vuelves para España. Y no te creas que la empresa a la que vas va a prestarte algo, ni aunque digas que se lo devuelves al mes siguiente. Eso , presión para que te lo compres cuanto antes tendrás, no lo olvides.

Así que después de comprarte tu segundo coche, esta vez algo más caro que el primero para asegurar que te dure hasta junio 1200 $, te quedará bien poquito para ahorrar. Y ese poquito te voy a decir como se va: Se te joderá el portátil que llevas, así que te comprarás otro 900 $. La cámara de fotos que te piensas comprar nada más llegar también se romperá, por lo que apunta 90 $ más de gastos para arreglarla.

Luego una larga lista de imprevistos: Dirección del coche (, del nuevo) 110 $, multas por aparcar más tiempo de lo debido 100 $, por paracar a más de 10 pulgadas (25 malditos centímetros) de distancia de la acera 20 $, te quedarás dormido (no te creas que tu jefe te llamará para despertarte, ni un sólo toque) y perderás un autobús gratuito a Washington por unos minutos y tendrás que pagarte la gasolina 60 $ (además de conducir los 600 kilómetros tu solito en un día).

En fin, un cúmulo de despropósitos va unido a esta aventura, Alberto. Aunque a falta de dos meses para volverte sentirás que has avanzado mucho más de lo que pensabas en cada una de las facetas que te marcastes al inicio de la beca. Exceptuando la económica claro...

Entonces, no quieres mejor quedarte en España y buscarte la vida?

Yo- No picha (o huevón), las cosas buenas nunca las pones en tu blog. Estoy seguro de que también las hay, pero creo que quieres contarlas cuando regreses a España porque son las que quieres contar y recordar con los tuyos. Además, ya tendré tiempo de buscarme la vida aquí cuando regrese. Allá por el 13 de junio de 2010.

PD: Quien se lea todo esto tiene derecho a pedirme algo de este país. I promise it.