Estudié (este verbo lo usaba en presente hasta hace unos meses, chucha!) periodismo en la Universidad de Valladolid para abandonar mi admirada y dormida Cádiz. Desde pequeño con el Marca en el brazo (un panfleto hoy día), el deporte siempre ha sido mi pasión y culpable de llevarme a estudiar esta desairada profesión.
A medida que crecí, fui admirando a quienes la manejan con soltura en la sombra de la masa social.
He tenido la suerte de practicar durante mi época de estudiante en el Diario de Cádiz, donde aprendí lo que no debo hacer en el trabajo; La Voz de Cádiz, mis primeros pasos como periodista; y ahora, en Qué Pasa Media, periódico hispano de Carolina del Norte en el que tengo la sensación de que aprenderé mucho más de lo que sé. Por eso quiero contarlo.